Hoy he tenido la oportunidad de reflexionar sobre la forma con que creemos conocer a terceras personas. He de adminitir que yo suelo juzgar a las personas con tan solamente ver su forma de actuar, de hablar y de moverse, antes de llegar a tener un mero contacto. Sin embargo, sé que a veces fallo, soy consciente de ello y por eso no soy estricto con esas primeras impresiones (aunque normalmente acierto). Hoy ha sido un día de esos, un día en el que cambias de parecer con respecto a cierta persona.
Todo ha sido debido al blog que escribe, en el que expresa su opinión, en el que pone enlaces a sus webs favoritas, en el que expone sus problemas y sus intrigas…..una parcela de su intimidad. Y me ha parecido muy diferente a como yo la veía. Quizás siga equivocándome, porque hasta que no mantienes una mínima relación nunca lo sabes (y aun así a veces nunca lo llegas a saber), pero ha sido suficiente para pensar en la imagen que damos a los demás y el cómo somos en realidad.
Me entristece ver como hay personas que se muestran alegres y vivaces con las personas de su alrededor cuando en su intimidad se sienten solas y apagadas. Es como intentar engañar al mundo…..
También es cierto que hay individuos que lo hacen para no amargar a las personas que le rodean, prefieren mantener sus problemas en privado porque piensan que los demás no tienen nada que ver con ellos. Aquí es cuando los amig@s sirven….pero cuántas cosas queden dentro de nosotros, cosas que oprimen nuestro pecho, problemas que enturbian nuestra mente…..
[…] Vuelve a surgir la duda, en esta ocasión en sentido contrario a la última vez. No puedo dejar de analizar la situación y pensar que son las personas de alrededor las que alteran esa percepción sobre una persona en concreto. No sé si me explico, es más, supongo que a nadie le debe interesar, pero me gustaría poder expresar la sensación que se tiene al querer saber más y no poder, sentir que te acercas pero alejándose al mismo tiempo, una contradicción que aturde la mente. […]