Hoy se supone que iba a ser un día difícil. Tenía que entregar una práctica que no había hecho, otra práctica que se supone que debería estar hecha (trabajo en grupo) y hacer una demostración de todos los servicios que había montado en los diferentes sistemas operativos con un portátil («el portátil» -> Pentium Mobile 2,13Ghz, 2GB de DDR2, 100×2 HDD SCSI, 17″ panorámico, etc.).
Pues irónicamente, la práctica que no tenía hecha me la ha explicado estupendamente el profesor durante la clase y la he podido hacer en poco tiempo (45 minutos….). Después me he ido con el portátil ha preparar la demo a los laboratorios y, a falta de 15 minutos de la entrega de otra práctica, me llama un compañero diciéndome que le diga a la profesora que la práctica está hecha un desastre y que no la entregamos. En esos momentos me armo de paciencia y le digo que venga con la práctica que la arreglamos durante la clase….y así fue. Después de «entregar» la práctica (ha sido más bien enseñar las funcionalidades que tenía) nos hemos ido a comer.
La demostración era a las 17 y era el trabajo de todo el curso, es decir, algo muy importante. Por esa razón me habían dejado el portátil, para no tener que conectarme de forma remota al equipo de mi casa. Pues gracias a esto y al p*t* VMware, me he cargado una de las máquinas virtuales más importantes, una Slackware que llevaba un servidor DNS a la que el resto de máquinas hacian consultas. Con este sistema operativo fuera de juego la demostración se iba a la más absoluta mierda. Total, que tras una hora de intentar recuperar la Slackware he terminado por conectarme remotamente a mi casa y empezar a arrancar las máquinas virtuales. Mientras tanto, mis compañeros de grupo intentaban conectarse de forma remota a sus casas. A uno de ellos, la Debian le estaba arrancando muy muy muy lenta y al otro la Centos no le quería salir en pantalla. Un puñetero desastre que ha acabado más o menos bien.
Para terminar de completar el día, la nota de una práctica a la que había invertido mucho tiempo la semana pasada y que había provocado que no invirtiese más tiempo en las que hoy entregaba/presentada, la tengo suspendida por un fallo que se supone que debería haber sido corregido hace un mes. También he visto un pobre gato muerto 🙁 y, como es lógico, como llevaba el portátil no he podido llevar el paraguas……y ha llovido.
Supongo que, al igual que hay días malos, los hay buenos……
Ánimo tío, los he tenido peores. ¿Te acuerdas del día de la sopa? fue horrible, pero nos reimos mucho!!!!!!!
Hay una frase muy buena de la película del Jovencito Frankenstein que dice: «Siempre podría ser peor, podría llover». Puesto que tu esto ya lo tuviste porque también llovió, te dedico otra frase: «Cuando algo ha tocado fondo, no puede ir en otra dirección que hacia arriba». Así que nada, ya sabes, a lo mejor el gatito estaba durmiendo 😉