La lluvia se hacía oir golpeando con fuerza las calles de la ciudad en mitad de la noche. Y ahí estaba él, mirando las palmas de sus manos detenidamente, buscando algo entre sus líneas. Ausente del mundo real que lo rodeaba, absorto en su propia realidad. De pronto alzó la mirada y pareció volver en si, como si hubiese despertado de un sueño. Miró al cielo para dejarse mojar la cara por las gotas de la lluvia y entrevió la Luna casi oculta por las densas nubes. Una sonrisa se formó en sus labios.
– ¿Lo has sentido? – le preguntó ella.
– Sí, es como dijiste – le contestó él -, por un momento creí… – su voz se desvaneció.
– El resto es cosa tuya – le dijó mientras se levantaba del banco.
Lo miró a los ojos por última vez y se marchó justo cuando el viento empezó a cobrar fuerza. Él se quedo allí de pie, mirando como se alejaba, como la perdía de vista entre la cortina de lluvia que los separaba. Volvió a mirar hacia el cielo y entonces gritó con todas sus fuerzas en un intento vano de contrarrestar el ensordecedor sonido de la tormenta.
Como mola!!!! ¿algún dato más del culebrón? Avisa cuando salga el próximo capítulo que no me lo pierdo por nada!!!!
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