Finalmente mi servidor vuelve a la vida tras horas y horas de estar offline. La causa es que quería probar la Ubuntu Server y me dejó tirado. Tras instalarla un par de veces, la asquerosilla no me cogía la tarjeta gráfica – una Rendition Verite 1000 de 4MB – y, como mucho, tras 40 minutos de modificaciones en el fichero Xorg.conf pude cargar el entorno gráfico a 320×240 y 4 bit de profundidad de color, todo un logro.
Al final metí el dvd de OpenSuse 10.1 y a la primera. La única pega que tenía, la actualización online, parece que ya la han solucionado en parte (sigue siendo un poco lenta).
El único problema que me queda por resolver es que el backup de las base de datos de las webs que tengo se han exportado ignorando el atributo «auto-increment», por lo que lo he tenido que poner a mano y prácticamente al azar. Veremos por donde peta esto.