Esta mañana me he despertado recordando lo que había soñado y, de cierta manera, en esta ocasión lo agradezco. En él aparecía una antigua amiga «J», que hace muchos años que no veo, tantos que no sabría reconocerla llegado el momento. Lo que sucedía en el sueño es irrelevante, pues no pasaba nada importante, por lo que entonces os preguntaréis por qué hablo de él. Lo destaco porque, de alguna forma, este sueño ha sacado de mis profundos recuerdos a «J», haciéndola tangible y accesible, permitiéndome rescatar algunos recuerdos más que había dejado en un rinconcito.
Supongo que no me gusta olvidar a las personas que se cruzaron en mi vida y me hubiese entristecido haberme levantado esta mañana sin acordarme del nombre de «J» (que me ha costado un intento fallido 🙂 ).
PD: para los que quieran saber quién es «J», sólo puedo decir que llevaba una calavera en sus gafas 😉 .