Personas

He estado desconectado algún tiempo (más de lo normal para estar fuera de temporada de exámenes), a causa de algunas conversaciones que sumergieron mi cabeza en pensamientos que me han hecho perder algo de brío.

Pero a pesar de esas conversaciones en las que te han dicho y opinado unos y otros, aun cuando lo has reflexionado tú mismo en silencio, no sirve. Sólo cuando llega un momento, por si solo o quizás provocado por alguna circunstancia, en el que parece que todo se aclara, que todo queda bajo un prisma transparente y nítido, puedes ver aquello sobre lo que antes otros hablaban. Lo peor de todo es que no te sorprende, sencillamente recuerdas las conversaciones y escuchas dentro de ti un «Ya estaba avisado».

Y es que a veces no valoras correctamente lo que tienes delante de ti, pues muchas veces lo infravaloras y algunas otras lo sobrevaloras. Con las personas esa valoración resulta especialmente difícil, ya que no podemos ver más de aquello que nos muestran y sólo podemos o imaginarnos el resto o ni tan sólo procesarlo.

Por eso puedes verte sorprendido cuando una persona, a pesar de conocerla de algunos años, un día te habla desde dentro, dándote su enfoque de la vida, haciéndote sentir pequeño ante semejante actitud que la hace avanzar en la vida con un sonrisa, sea cual sea el problema con el que se encuentre.

También te sorprende cuando una persona con la que llevas hablando desde hace también algunos años, te explica el verdadero significado de algo tan sencillo como una frase que resulta contener un detallado mapa de sí misma.

Y es que, las personas, muchas veces no conseguimos terminar de conocerlas del todo por mucho tiempo que pase y siempre te pueden sorprender, tanto para mal como para bien.