Estábamos allí, sentados uno en frente del otro, en aquel antro de atmósfera tenue con Urge Overkill tocando «Girl, You’ll Be a Woman Soon» de fondo. Permanecía inmóvil, absorto bajo tus hipnóticos ojos de distinto color. Cada uno de ellos me hacían sentir ver dos personas diferentes. El azul me dejaba ver la perfección de tus rasgos faciales, tu expresión comedida y tu eterna serenidad. La pigmentación verdosa del otro, en cambio, me mostraba tu intenso ímpetu, tu creatividad y tu vivaz júbilo. Pero ambos brillaban bajo la escasa iluminación, rodeados bajo una larga oscura melena rojiza, que caía a los lados de tu semblante con suavidad, trazando ligeras ondulaciones que no hacía más que darle un aspecto aun más exótico.
Acercaste tus labios a mi oído. Te escucho sumergido en el olor de tu cabello que grácilmente me acaricia la cara. Mi mente se arropa con cada una de tus palabras. Mi cuerpo se relaja en la tranquila velada. Respiro profundamente el aire que nos separa. En ese instante, toda mi vida y mi mundo se reduce a los escasos centímetros que nos separan.
… entonces ella me gritó en el oído «CUÑAOOOOOO». Y me dejó con una sordera del 30%.
ainnnnsss (suspiro)
@Jake : ¿sólo del 30%?
@Marina : jajaja que suspirante