Abres Youtube y te encuentras una hilera llena de vídeos grabados en vertical al más puro estilo Tik Tok que han llamado Shorts. Tiene la particularidad de tener scroll infinito para que te quedes enganchado viendo a gente haciendo payasadas sin gracia y a otros individuos explotando a sus hijos por unos tristes likes. También está el caso de los «guapos» talentosos, que tristemente tienen que enseñar cacho para llamar la atención cuando lo que se les da bien es tocar un instrumento o pintar.
Debo de estar muy viejo para esta clase de contenido y el haber conocido «El Internet de Antes®» igual me da una perspectiva muy condicionada, pero es infumable, cada vez me da más urticaria navegar por la red.
Publicidad siempre hemos tenido en Internet, desde los famosos pop-up hasta los banners hechos en flash con música automática, pero el contenido estaba justo ahí. Ahora lo que encuentras son decenas de páginas que se copian unas a otras con sus enlaces referidos o con sus patrocinadores, y el contenido es simplemente genérico, es una mera excusa para colarte lo anterior. Al final, lo único que tienes es una red inundada de porquería inútil en la que todo el mundo pretende hacerse rico.
Es un poco decepcionante y al final no sales de las cuatro webs habituales donde encuentras tus intereses. Habría que montar una red paralela en la que toda esa morralla no tuviese cabida…