Estos últimos días he visto el cielo despejado con un azul intenso y un sol radiante. Días estupendos para echarse en el césped a escuchar la brisa del aire. No hay nada mejor que el buen tiempo para recobrar fuerzas.
Se dice que Perséfone fue raptada por Hades, el cual la llevó al inframundo con él. Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas en un campo en Enna cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo. Las ninfas fueron transformadas en las Sirenas por no haber intervenido. La vida quedó paralizada mientras la deprimida Deméter (diosa de la Tierra) buscaba a su hija perdida. Helios, el sol, que todo lo ve, terminó por contarle lo que había pasado.
Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese seis semillas de granada, que la obligaban a volver seis meses cada año, uno por cada semilla.
Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril.