Inagotable

Un par de apuntes

Hay algo que me resulta ciertamente molesto y es cuando algunas veces tengo la sensación de que alguien decide por mi, específicamente cuando decide hacer algo que según su punto de vista es lo mejor para mi, sin preguntar, simplemente bajo su perspectiva de lo que supuestamente pienso o soy. Lo irónico es que casi siempre me acaba perjudicando todavía más.

Como tampoco me gusta cuando alguien cree saber por qué hago las cosas que hago. A veces no tengo razones más allá de lo aparente y a veces sí, pero saber cuándo es cada uno de esos momentos no es predecible ni trivial. Igual me da por ser complejo en cuestiones simples como sencillo para asuntos más difíciles.

En fin, prefiero que me pregunten antes de que me interpreten.

PD: no tengo Internet en casa y encima tengo exámenes, así que lo tengo todo medio abandonado 🙁 ….ya me pondré al día jujuju

Voladura de bytes

Recuerdo cuando hace algún tiempo se me metió la idea en la cabeza de hacer funcionar un RAID 5 en mi equipo. Quería poder disponer de mucho espacio en una única partición, alcanzar mayor velocidad y poder hacerle frente al fallo de un disco duro. Para ello reuní 3 discos duros (2 Maxtor’s de 250GB y un Seagate de 320GB).

Así que al final, entre otras cosas, acabé con una partición de 444GB destinada específicamente para mis datos. Contaba con una transferencia de más de 140MB/seg y la posibilidad de que fallase un disco duro sin que repercutiese en mis datos.

Pero algo ocurrió. Un día el equipo se colgó y ya no volvió a arrancar el S.O.. Tras varios intentos de hacerlo resucitar pude comprobar que los datos de los discos duros se habían corrompido. Pude imaginar que algún disco habría fallado de manera que propagase esa información errónea a los otros dos discos. Menuda mierda de RAID 5 pensé.

Tras semana y media, una vez que había vuelto a poner todo en condiciones, volvió a ocurrir exactamente lo mismo. Me acerqué a la torre y escuché un extraño ruido en uno de los discos. Tras media hora intentando averiguar el disco al que pertenecía ese sonido me percaté de que el fallo se encontraba en el conector que va desde la fuente de alimentación a dos de los disco duros. Hacía un mal contacto que conectaba y desconectaba las unidades de manera intermitente.

Así que me encuentro con unos 400GB de datos perdidos, una fuente de alimentación fuera de garantía que me costó 50€ para tirar y la imperiosa necesidad de comprar algo donde hacer copias de seguridad todas las noches.

A pesar de todo, el RAID 5 aguantó de forma razonable el fallo de dos discos…

Cedega en OpenSuse

Con la versión 10.3 de OpenSuse me encontré con un problema muy frustrante cuando ejecutaba Cedega, un error que decía algo así:

org+freedesktop+hal+devices+storageserial

Le di muchas vueltas buscando en Internet y me sorprendió que nadie dijese nada al respecto, así que acabé trapicheando entre el código visible de Cedega para acabar editando el fichero «/usr/lib/transgaming_cedega/cdrom.py».

Simplemente comenté las siguientes líneas que no tuvieron ningún repercusión además de la deseada:

try:
try:
hal_manager_obj = bus.get_object(«org.freedesktop.Hal», «/org/freedesktop/Hal/Manager»)
hal_manager = dbus.Interface(hal_manager_obj, «org.freedesktop.Hal.Manager»)
have_dbus_new = 1
except:
hal_service = bus.get_service (‘org.freedesktop.Hal’)
hal_manager = hal_service.get_object (‘/org/freedesktop/Hal/Manager’,’org.freedesktop.Hal.Manager’)
have_dbus_new = 0
except:
log.logger.warning(_(«Optical drive detection: there appears to be an incompatibility with installed dbus bindings.»))
return drives

Y a modo de bonus, si nos gusta escuchar nuestra propia música mientras jugamos, en el foro de Cedega tenemos la solución

17 segundos

Cuando tienes la oportunidad de tener el original en tus manos puedes leer aquello que sólo parecía una melodía sin letra al final del disco:

17 seconds of compassion
17 seconds of peace
17 seconds to remember love is the energy behind which all is created
17 seconds to remember all that is good
17 seconds to forget all your hurt and pain
17 seconds of faith
17 seconds to trust you again
17 seconds of radiance
17 seconds to send a prayer up
17 seconds is all you really need

Una mañana como cualquier otra….o no

El miércoles me levanté a las 6h de la mañana y lo hice como si me hubiese pegado un puñetazo con el puño izquierdo. Me miré la mano y vi que mi nudillo central estaba algo hinchado y me dije «Bah, seguro que tenia la mano debajo de mi cabezón y hasta que no vuelva a circular la sangre no se me pondrá bien».

Pero cuando mi hermana me vio me dijo: «Eh, tienes el ojo hinchado…y no creo que sea de lo mucho que duermes xD «. Así que me fui al espejo y vi que se me había quedado el ojo como el de Stallone, medio entornado.

Me pasé buena parte de la mañana con picores por culpa de mi compañera de prácticas que me dijo que a lo mejor era una alergia (hasta me contó sobre algunas que conocía y valoramos que posiblemente fuese ella la que me la produjese xD). Pero yo estaba convencido de que cuando cogiese al mosquito culpable, no iba a haber pared suficiente para albergar su sangre succionada cuando lo aplastase.

Menos mal que hoy viernes ya no tengo hinchado el ojo, en el nudillo apenas tengo una marca y el mosquito ha huido cobardemente…o eso espero por su bien.

PD: mi Ipod tiene su particular visión del significado de aleatorio. Por más que lo intenta me pone las mismas canciones, a lo sumo 8, tan sólo variando el orden. No sé cómo explicarle que tiene más canciones :S…

Una leyenda urbana

Mi compañera de prácticas de Arquitectura de los Computadores (AC) nos contó el miércoles a Alexiel y a mi una leyenda urbana muy divertida. Según se cuenta por ahí, parece ser que si tu compañero de prácticas muere de alguna forma, te aprueban directamente sin mayores complicaciones.

Tras conocer esto Alexiel se lamentó en lo más profundo de su ser por no haber conocido tal historia con anterioridad (en prácticas de PED por ejemplo), pero mi compañera de AC reaccionó de otra forma, mostró una malévolo sonrisa que no hizo más que inquietarme, aunque luego me dijera que no me preocupase…

Hay prácticas muy complicadas de aprobar y la gente se desespera mucho (pero mucho), así que hay que llevar cuidado con estas historias que si después no son ciertas te llevas un chasco xD .

Hace casi un año

Carezco de la capacidad de retener en la memoria la fecha exacta de los acontecimientos, pero algunas veces, sobretodo cuando queda anotado y merece la pena, lo recuerdo.

Sucedió un 14 de abril, en un lugar público de una noche como esta, un guardia de seguridad que pasaba con disimulo, una voz en el altavoz que quizás llamase la atención de alguien y un poco de nerviosismo en el ambiente mezclado con indecisión. Hubiese querido que el tiempo se parase, que nadie interrumpiese el momento.

Ha pasado prácticamente un año y han sucedido muchas cosas desde entonces. Ahora todo aquello es un recuerdo y, a diferencia de los otros, de este aun conservo la semilla, una semilla que intentaré conservar hasta que me queden fuerzas, que va a ser mucho tiempo.

Instalar Debian desde la red

Supongamos que tenemos un portátil al que queremos instalar una Debian y no queremos utilizar ni cd ni pendrive, sólo el cable de red. Para ello utilizaremos otro equipo que le proporcione los datos de la conexión a la red y los datos suficientes para poder iniciar el arranque de la instalación de Debian.

Nuestro servidor (OpenSuse 10.2 en este caso) tendrá que tener configurado un servicio DHCP con una configuración similar a la siguiente (/etc/dhcpd.conf):

option domain-name «midominio»;
option domain-name-servers 192.168.1.1;
allow booting;
allow bootp;
option routers 192.168.0.1;
option ntp-servers 192.168.0.1;
default-lease-time 14400;
ddns-update-style none;
subnet 192.168.0.0 netmask 255.255.255.0 {
range 192.168.0.10 192.168.0.200;
default-lease-time 14400;
max-lease-time 172800;
next-server 192.168.0.1;
filename «pxelinux.0»;
}

También tendrá que tener instalado un servidor TFTP con una configuración como esta (/etc/xinetd.d/tftp):

service tftp
{
socket_type = dgram
protocol = udp
wait = yes
user = root
server = /usr/sbin/in.tftpd
server_args = -s /tftpboot
}

Crearemos un directorio /tftpboot donde copiaremos los datos contenidos en el «netboot.tar.gz» de nuestra Debian.

Ahora sólo hace falta enchufar el portátil, decirle que arranque por red y esperar a que cargue. Comenzará la instalación y será cuestión de tiempo que acabe instalada en nuestro equipo.

Nota: recordad abrir el puerto de TFTP en el cortafuegos de vuestro servidor.

Códigos QR

Un día en el que se aburría, DarkNekros cogió a la primera persona que vio en su programa de mensajería instantánea y le empezó a aleccionar sobre los códigos QR:

[…]sistema para almacenar información en una matriz de puntos o un código de barras bidimensional creado por la compañía japonesa Denso-Wave en 1994; se caracterizan por los tres cuadrados que encontramos en las esquinas[…]

Me vi envuelto en aquella chuminada que parecía entretenida de hacer funcionar, así que busqué un poco y encontré el uso que le dan en países más desarrollados explicado en Xataka.

Vamos a lo divertido (es tan subjetivo xD ). Lo primero es hacer de nuestro teléfono móvil un lector de códigos con la aplicación BarSnap.

Lo siguiente es poder crear esos códigos tan chulos para que codifiquen lo que nosotros queramos, desde direcciones web hasta anotaciones que sean rápidas de capturar con un teléfono. La alternativa fácil es la página de Kaywa.

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Migrando

He mandado a paseo el Active Directory de Windows 2000 del trabajo para que Samba suplante sus funciones.

Ahora todo el mundo se autentifica mucho más rápido (ya no hace falta que el usuario meta nombre y contraseña y se vaya a tomar un café) y se usan perfiles móviles en condiciones (indiferentemente del ordenador en el que te pongas, cuando te autentifiques aparecerán desde tus documentos hasta las preferencias de tu escritorio).

Ya que redefinía los grupos de acceso eliminé del grupo de administradores a todo el mundo que no debía estar en él. Pero eso originó un problemilla. No sé quien fue el gilip****s listo que se le ocurrió el sistema de permisos en Windows. Me pregunto cómo puede ser que, dado el caso de que no tengas permisos de administrador en la máquina, no puedas usar programas cotidianos de tu vida laboral.

Así que te puedes volver tonto resolviéndolo, buscando en el registro y cambiando sus permisos (sí, en ese estercolero también hay permisos :S ), en los ejecutables, en las carpetas de instalación, en todas partes para finalmente tener que darle permisos administrativos al usuario para que pueda trabajar.

Con lo fácil y claro que Gnu/Linux es en ese aspecto, en serio. Que descanso voy a tener cuando haga la migración de todas las máquinas, porque estamos hasta los mismísimos de hacer virguerías con esa cosa que definen como S.O..



iGoogle

iGoogle es un producto de Google que pretende ser la página inicial personalizable por el usuario y para el usuario. Es algo así como el punto inicial de partida cuando arrancas el navegador web.

Una estupenda amiga fue la que me lo recomendó, destacando sus temas visuales que iban evolucionando conforme avanzaba el día y así podíamos encontrar:

[…]el «paisaje de temporada» protagonizado por una mariquita y una rana (con tendencias sexuales sospechosas) que hacen todo a su hora: desayunan café con donuts, luego practican karate, luego juegan al cricket, almuerzan un sándwich y un refresco, juegan con los globos de agua, y por la noche encienden fuego.

Si bien es algo que puede carecer de utilidad a primera vista, puede ayudarte a saber que ya es hora de comer o que está anocheciendo (sobretodo es útil para aquellos que nos quedamos pegados al monitor sin quererlo 🙄 ) o simplemente distraerte en el trabajo (jejeje).

Además de eso puedes agregar un gran repertorio de útiles como un diccionario, traductor, calendario, programación televisiva, juegos y un enorme etcétera.

Merece la pena probarlo, personalizarlo y usarlo unos días, engancha bastante y es sólo una pestaña en el navegador.


igoogle.jpg

Ataque animal

Un oso polar, en un arranque de cólera, atacó a una persona en Canadá haciendo uso de sus poderosas mandíbulas y sus enormes garras para retenerlo.

El hermano de la victima, un importante modista, presenció la escena y se llevó las manos a la cabeza mientras murmuraba que aquellos bajos, por muchos arreglos que le hiciese, no volverían a ser los mismos.

A continuación las estremecedoras imágenes de lo sucedido:


Ataque oso

PD: en cuanto pille un poco de tiempo libre pienso ponerme al día en los blogs que he dejado de leer/comentar, lo siento 😛

Dolor

Recuerdo un día, un tanto lejano ya, en el que hice una mañana intensiva de gimnasio que por la tarde complementé con un lapso largo de tiempo de nadar y chapotear en el agua junto a mis hermanas. Cuando llegó la noche estaba destrozado y caí sobre la cama como un plomo.

Sin embargo, al cabo de unas horas, un dolor punzante y palpitante en el pecho me despertó llevándose consigo la posibilidad de conciliar de nuevo el sueño. Lo asocié a las típicas agujetas, pero tan molesto era el dolor, que desperté a mi madre para que me suministrará algún tipo de remedio para calmar las incesantes punzadas. Y así fue, el dolor desapareció al cabo de un rato gracias a una misteriosa pastillita y pude volver a dormir.

Pero, a veces, una pastilla no sirve para calmar el dolor que puedes encontrar en el pecho, un dolor que es constante, arraigado en el fondo y decidido a quedarse allí por mucho tiempo, tanto que en la mayoría de casos sólo puedes ignorarlo. No obstante, en el momento menos adecuado aflora; te absorbe, te consume, te asfixia, te oscurece, convierte tus pensamientos en una turbia marea de sentimientos a los que no puedes poner orden. Y ahí estás, en medio de un dolor ininterrumpido, intentando conocer la causa a la que seguramente no podrás poner solución, sólo ocultar de nuevo.