Vas caminando por la relativamente estrecha baldosa de una calle poco concurrida, cuando de repente ves que se acercan dos personas o incluso tres que caminan juntas, de forma paralela, en sentido contrario al tuyo.
Cuando estás a menos de dos metros puedes observar como ninguna de las dos o tres personas tiene la menor intención de corregir su trayectoria para dejarte pasar. Entonces te toca recurrir a la técnica de «pasar de perfil», «sube-baja de la baldosa» (si los coches te lo permiten) o quedarte parado hasta que pasen.
Incluso hay veces que, cuando aun hay espacio para que todos podamos pasar, tengo que ser yo el que retira un poco el hombro para no impactar con el que viene de frente. La gente pasa olímpicamente…nunca mejor dicho :S
Así que, un día de estos, me cansaré y me dará por hacer como Richard Ashcroft en su Bittersweet Symphony.
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