Si tu instinto te hace pensar que en algo o alguien hay gato encerrado, es porque al final lo hay. Y sino que se lo digan a Schrödinger.
gato
Monstruosidades
Bien es sabido que en la naturaleza, el mundo animal es bastante cruel y que muchas veces, por mucha astucia que tengas, no es suficiente para vencer a un adversario más fuerte y feroz.
De este hecho se han podido sacar innumerables fotografías que mostraban con crudeza las salvajes atrocidades que ejercían los más fuertes sobre los débiles. Leones atacando a gacelas heridas, leopardos desgarrando crías de cualquier especie y un largo etcétera.
Pero de entre todas ellas hay una que me sobrecoge cada vez que la miro. Dadle al botón «Show!».
Spoiler Alert |
La amenaza cuasi fantasma
Cuando ya creía haber dejado atrás los días en los que mi vida corría peligro (salvo por el tráfico diario), llegó, de nuevo, mi ex-compañera de prácticas a poner fin a esa tranquilidad.
Estuvimos dando una vuelta por la playa de Alicante que, contra todo pronóstico, albergaba unas aguas tranquilas como si de un lago se tratase. Algo de lo que se lamentó en voz alta mi ex-compañera de prácticas, que perdió la oportunidad de arrojarme al impetuoso mar que suele arremeter sobre las rocas.
Pero no le faltaban recursos. Con la excusa de obtener una mejor vista de la playa fui conducido a un puente oxidado, deshecho, tambaleante y suspendido a 20 metros sobre una carretera de doble carril y doble sentido. Me hizo pasar hasta una segunda vez cuando había más gente y, por tanto, más peso sobre aquel hierro oxidado alicantino en el que ella daba saltitos para ver si cedía.
Al quedarse sin recursos que hiciesen de mi muerte algo accidental y trágico, como último intento probó con una horda de motoristas que, por suerte, pude eludir y no me extraña, porque a ver quién se aclara por las calles alicantinas 😛 .
Finalmente fuimos a tomar unas coca-cola’s y, como viene siendo habitual, la misma mujer mayor de siempre, gitana y con las rosas más que marchitadas y deshechas nos estuvo increpando durante 10 minutos de reloj para que le comprásemos una. Mi ex-compañera de prácticas se mostró impasible, con ojos pétreos y apunto estuvo de retarla a duelo a muerte sino llega a ser que la mujer se acobardó y, mientras nos maldecía, se marchó hacia un grupo de turistas.
A cambio de tanta tensión me llevé a casa un recuerdo de Granada, lo que viene a ser una pie–dra, pero especial, al igual que todas las que me regalan 🙂 . Esta tenía un motivo característico en azul y un potente imán en su parte posterior que espero que no cause efectos secundarios…si es que después de los inocentes caramelos no me puedo fiar 😛 .
De todas formas, no me explico como aquel domingo pudo acabar sin víctimas…
Las amenazas se cumplen
Hablaba amistosamente el otro día con mi hermana pequeña sobre algun tema intranscendente y cotidiano cuando me amenazó con mandarme la foto de un gato muerto por correo electrónico. Yo le contesté que no sería capaz de ser tan malvada y con tan mal gusto, para lo que me contestó que además el gato sería negro.
Al día siguiente cumplió lo que dijo mandándome la siguiente foto por email:
Quedé traumatizado para el resto del día 😛
El gato
Hace ya bastantes meses escribí un pequeño relato en el que una chica se encontraba con el mismo gato siempre que salía a la calle. El gato era un tanto peculiar y al final adoptaba un significado especial para ella.
Esa misma historia me ha estado viniendo a la cabeza las últimas semanas (incluso hoy) porque casi todos los días, cuando iba a trabajar, me encontraba con el mismo gato negro aguardando y escondido en un postigo.
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