instituto

Mis clases de filosofía

En 1º de BAT, como novedad, llegaron las clases de filosofía y con ellas la elaboración de disertaciones. Un día el profesor decidió mandarnos hacer una a partir de un texto cuyo tema ya no recuerdo.

Cuando llegué a casa y leí el texto un par de veces no supe bien qué hacer, no sabía bien qué se suponía que tenía que escribir así que lo comenté con mi madre. Mantuve, con ella y mi hermana pequeña, una conversación sobre lo que trataba el escrito y, tras esta, me di cuenta que todo lo que había dicho durante el coloquio era lo que tenía que escribir sobre papel. Aquella tarde escribí un folio y medio a mano, con mis márgenes, tabulaciones, alineación de texto justificada y esas cosas que tanto me gustaba respetar.

Al día siguiente, el profesor iba corrigiendo en clase las disertaciones. Fue nombrando a mis compañeros sentados delante de mi y él iba comentando qué notaba creía que iba a ponerle a cada uno sin leer nada y así lo hacía después de leer. Cuando llegó mi turno me dijo, nada más mirarme, que no sacaría más de un 7 sobre 10 y yo me pensé «Desde luego que si lo piensa por anticipado, da igual lo que haya escrito, no creo que vaya a contradecirse después».

Leyó mi texto con atención, escribió la nota con su bolígrafo rojo y me dijo que tenía un 10, que la disertación estaba muy bien elaborada y que ahondaba en las ideas en vez de quedarme en la superficialidad. Aquello me sorprendió, no por la nota, sino porque fue capaz de reconocer su error cuando me juzgó a simple vista.

Rodeado de un mundo lleno de gente que creen que su opinión es la correcta está y que está por encima de los demás, pues se agradece encontrarte con personas capaces de rectificar su opinión, retractarse de sus comentarios e incluso disculparse o darte la razón cuando, dadas las circunstancias, podrían haberlo evitado.

PD: me llevé muy bien con aquel profesor, aunque nunca pude hacerle entender las diferencias de calidad entre un GIF y un JPEG :S .