O más ámpliamente conocida como mancha mongólica pues afecta hasta en un 90% a niños de raza negra, asiática y mestizos (nada tiene que ver con la enfermedad de síndrome de Down o mongolismo), consistente en una pequeña mancha de color azulado o gris pizarroso que se encuentra presente en un 15% de los niños de etnia blanca, situada en la parte inferior de la columna, zona baja de la espalda y nalgas.
No tiene mayor relevancia que la de una mancha que desaparece al cabo de los años, y a Champi le ha salido una, a modo de medalla al lloro persistente sin aparente motivo, que para medalla, la que deberían darle a su madre por la paciencia que tiene que tener con él.
Menos mal que, a sus casi casi tres meses de tiempo, ya empieza a interactuar con el mundo que le rodea o, al menos, ser un poco más consciente del mismo. La televisión ya le llama la atención y comienza a coger cosas para llevárselas a la boca. Supongo que, hasta que le salgan los primeros dientes, habrá un lapso de tiempo de mayor tranquilidad en la que la criatura se entretendrá más fácilmente y no llorará tanto. De todas formas, menos mal que todavía no se desplaza por propia voluntad.
Spoiler Alert |
Comentarios recientes