Nos dicen que nos apliquemos desde pequeños, que trabajemos duro para tener un mejor futuro y que posterguemos la felicidad para más adelante, para cuando nos hayamos asentado en la vida, que siempre habrá tiempo para ser feliz y disfrutar del mundo.
Pero nadie nos dice que probablemente no te asientes en la vida jamás, que puede que vayas dando tumbos de aquí a allí, entre trabajos, estudios y demás presiones. Al final, lo único que puedes hacer es soñar con que un día tendrás «tu vida» y podrás sonreír cada mañana por haber conseguido aquello que tus padres deseaban por ti.
Pero ¿qué hay de lo que tú deseas o deseabas, qué sucede cuando trabajas con fuerza y no ves ningún resultado de vuelta, algo que puedas disfrutar? Lo más probable es que te hundas, porque seguramente te ves incapaz de alcanzar la perfección que se te ha puesto ante tus ojos y que nunca deja de ser cada vez mayor cuanto más cerca estás.
Disfruta de lo que tienes hoy, pero no pierdas de vista tu plan de futuro.
Comentarios recientes