El lirio que estos últimos meses he estado cuidando se va a tomar unas vacaciones para reponer fuerzas, y es que no tiene un aspecto muy saludable:
Me tocará podarlo y esconder su raíz en un recóndito, seco y oscuro lugar (junto con Darth Vader y sus galletas), donde dormitará durante unos meses. Quizás tenga que envolver la raíz en papel de aluminio para protegerla de la cansina conversación de Vader (que si Luke nunca lo llamó papá, que si no subestimes el poder de una galleta con tropezones de chocolate, que si se le queda hecho un asco el casco cuando estornuda…).
Y para llenar ese hueco en mi vida, Pausem me ha traído un maceto que contiene una aspidistra que presume de crecer abusivamente, llevar bluetooth y necesitar de una toma eléctrica para los casos en los que falle el Sol:
Hace tres semanas sólo se veían unos palitos verdes de unos pocos centímetros, así que si extrapolamos un poco, de aquí a unos meses podré usarlo de cortavientos 😀 .
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