Ya hablamos en su día de los secretos de Darth Vader, pero no conté aquella anécdota que le sucedió en Japón, cuando armó un lío impresionante después de haber bebido más de la cuenta.
Vader se encontraba en la piscina, durante una fiesta que daba Yoda.
Se le acercó un paparazi del Imperio y entre todas las palabras que se dijeron le llamó cabezón interestelar. Aquello no le gustó nada a Vader, se le hinchó todavía más la cabeza y se lió a cabezazos con el paparazi.
Entre lo bebido que estaba y lo poco que le dejaba ver el casco nadie se libró de ser embestido. Así que terminaron llamando a la policía japonesa y se lo llevaron como pudieron a comisaria.
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