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Mi amor por Windows 10

Un sistema operativo ligero, gratuito si ya disponías de una licencia de un Windows anterior y puntero tecnológicamente.

Se instala como si fuese una actualización más del sistema, tan fácil como descargarse e instalarse manteniendo tus ficheros y tus programas. Es más, muy probablemente el sistema detectará tus patrones de comportamiento y utilizará aquel instante en el que no utilizas el ordenador para hacer una actualización automática, para que te lo encuentres hecho cuando vuelvas.

Incorpora un asistente personal, la señorita Cortana que registrará toda aquella información que resulte relevante para sus funciones para así asistirte de la mejor forma. Y qué decir del incremento de rendimiento en los juegos y el soporte para la última versión de DirectX.

Integración total con tu cuenta de correo electrónico y una mejor unificación de plataformas (móvil y de escritorio).

¿Qué podría salir mal? Pues para empezar, la casi obligatoriedad de tener que instalar Windows 10 debido a los constantes avisos de actualización o incluso por iniciativa propia del sistema que, porque le da la gana coge y se instala si te descuidas. Algunos podría decir que esa característica se puede desactivar, pero qué va a saber el usuario de a pie cómo hacerlo. Otros podrían decir que es una mejora en todos los sentidos, que no tienes por qué oponerte al cambio. De ahí mi siguiente punto.

Si tengo algún periférico antiguo o algún componente interno sin soporte para Windows 10, pues me quedo sin él. Si utilizo algún programa antiguo específico para mi labor, pues siempre puedo probar suerte con el modo de compatibilidad o quedarme sin él.

No todos somos iguales, puede que no todos entremos en la clasificación viejuna anterior. En lo que sí que coincidimos la mayoría es en querer utilizar el ordenador cuando lo encendemos. Parece lógico ¿verdad? Bien, pues al señor que diseñó el sistema de actualizaciones del sistema operativo entendió que tenía prioridad lo suyo a lo nuestro. Así que cuando veáis que la barra de inicio no responde forma adecuada o que empieza a tener un comportamiento errático, es muy probable que necesites reiniciar el equipo para que las actualizaciones tengan oportunidad de terminar de instalarse.

La seguridad es un factor importante y podemos pensar que lo anterior está hecho pensando en la preservación de los datos del usuario que no querrá que ningún hacker se aproveche de una vulnerabilidad para violar su privacidad, que para eso ya está Cortana y el punto 3 de la licencia de uso de Windows 10 donde te comunican brevemente aquello de «si es gratis es porque el producto eres tú».

Así que animo a todo el mundo a ser dueño de su ordenador y de lo que instala 😉