Nuestro maravilloso y trabajador lavavajillas Siemens ha dejado de funcionar, tras 11 años ha decidido que ya era suficiente trabajo sucio el que hacía.
Contactamos con la mayor brevedad posible con el servicio técnico de la marca y, tras una prolongada espera, el técnico apareció y dictaminó que era problema del motor y que habría que substituirlo.
Nosotros no vimos pega en acceder a la reparación, pues un lavavajillas nuevo no es barato, pero no encontramos ante la negación del técnico a repararlo. Nos informo que habían tres clases de motores diferentes para esa gama de modelos, que dependiendo del modelo concreto iba con uno o con otro, y que no estaban dispuestos a asumir la compra de los tres motores para después vendernos sólo uno.
¿Y por qué no comprar el motor específico para ese modelo concreto? Pues porque el técnico no fue capaz de averiguar dónde estaba situada la chapa identificativa del lavavajillas donde se indica claramente el modelo del mismo. Menos mal que el técnico trabaja para Siemens y debe tener acceso a toda la información relativa a sus productos…
Así que toca quejarse directamente a Siemens.
Comentarios recientes