viento

Metereología

Me está empezando a resultar difícil elegir la ropa que ponerme estos días debido a la oscilante temperatura. Hace unos días pasabamos frío con 2ºC y resulta que al día siguiente, cuando salías abrigado hasta las cejas, te encontrabas con más de 12ºC antes de las ocho de la mañana. La cara de tonto cuando salías a la calle no te la quitaba nadie e incluso poníamos el aire acondicionado en el trabajo conforme avanzaba el día.

Ahora, al tiempo le ha dado por el viento. Las nubes pasan a una velocidad tremenda por lo que, si llueve, es para dejar al cabo de un rato un cielo despejado y un calenturiento sol. Hasta he escuchado que se han podido observar arco iris dobles…

No sé si será cosa del cambio climático o de alguno proceso hormonal de Tormenta, pero espero que la cosa se estabilice y deje de hacer frío.

La azotea

Subía tranquilamente las escaleras que conducían a la azotea del edificio. A aquellas horas el silencio reinaba en cada una de las plantas por las que pasaba, sólo perturbado por el sonido de mis propias pisadas. Llegué al último tramo del ascenso y saqué las llaves de mi bolsillo. Puse la llave en la cerradura de la puerta que daba al exterior, la giré con dificultad y la abrí poco a poco, dejando que la oscuridad de la noche se fundiera con la luz del interior del edificio.

A decir verdad, el solo hecho de ver la oscuridad y las extrañas figuras que se formaban en la terraza me inquietaron, me pusieron nervioso. Desde pequeño la penumbra en lugares desconocidos me había acelerado el cuerpo, me asustaba aquello que no podía ver con claridad y era consciente de las malas jugadas que hacía la mente en esos momentos. A pesar de ello, salí fuera, renovando el aire de mis pulmones con aire frío.
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