Raro es el operador que no tenga por Internet algún artículo quejándose del trato o el servicio ofrecido. Es de esa forma como, a la hora de contratar con un operador, se da por hecho que habrán problemas y que ninguno es perfecto. Sólo hay que apelar a la suerte de cada uno y rezar para que no te toque la china.
A mi me ha tocado, de forma remarcable, en un par de ocasiones con Orange. En una ocasión me dejó sin poder realizar llamadas durante una semana, durante la cual estuve llamando para que me resolvieran la incidencia y no hubiese sido tan molesto si no me hubiesen tenido al teléfono durante decenas de minutos antes de hablar con uno de sus trabajadores.
La otra ocasión es la que tengo en marcha actualmente y es que me tienen bloqueado sin poder realizar ninguna portabilidad de número a otro operador; lo cual resulta curioso por la forma con que lo han hecho posible.
Primero yo tenía mi número de teléfono móvil con un operador (llamémosle Operador A) e hice una portabilidad a Orange con su contrato de permanencia y móvil nuevo. Estuve durante los 18 meses que duraba el contrato al fin del cual quise hacer una portabilidad a Vodafone. Vodafone, al cabo de una semana, me dijo que no podía hacer la portabilidad porque los datos eran incorrectos. Tras mucho trasteo averigüé gracias a la web de la CMT que mi número de teléfono constaba como ligado a Operador A en vez de a Orange. Esta incorrección de datos (a posta o no) debió ser causado durante el proceso de primera portabilidad que tuve.
Llegados a este punto he estado llamando por teléfono a Orange para que me corrijan los datos y así poder hacer la portabilidad a la que tengo derecho, pero parecen no estar por la labor y sólo saben decirme que están en ello y que dentro de una semana tendré noticias de ellos, lo cual es mentira, nunca llaman.
Las alternativas que me dejan son mandarles un fax indicándoles que me están impidiendo ejercer mis derechos descritos en la LOPD relacionados con la modificación de mis datos, actuando de mala fe para impedir ejercer mi derecho a la portabilidad y que de todo ello tengo las grabaciones de las conversaciones telefónicas para aportarlas como pruebas y denunciarlos a la Junta Arbitral de Consumo.
Por ahora voy a empezar por lo básico, poniendo una reclamación en la OMIC.
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